Cuando alguien nos pregunta cuál es la mejor época para visitar nuestra comarca, nosotros contestamos, sin ninguna duda, que son dos. Una; la primavera: por la luz, las flores, las huertas que se van arreglando,… y la otra: el otoño, que sin duda es nuestra favorita, en esta época del año parece que las cosas se miran de otra manera. Después del verano donde los jaleos de las fiestas, vacaciones. Nos apartan un poco de la reflexión y el pequeño renacer que, a su manera supone el otoño; es momento de apreciar como la luz cambia y con ella se aprecian los contrastes de colores. Cuando los chopos van tomando esas distintas tonalidades  de marrón, empiezan a caer las primeras hojas. Nos van acompañando en nuestro caminar, es momento de visitar la Sierra del Segura y disfrutar de algunos fiestas y eventos  de gran tradición.

1.- El celo de la cabra montesa: naturaleza en estado puro.

Es habitual en las distintas rutas o paseos encontrarse con algún ejemplar de cabra montés pues son abundantes durante cualquier época del año. Debido al gran número de ejemplares con el que cuenta la comarca, principalmente hembras. Pero en otoño, coincidiendo con el  celo que se produce alrededor del mes noviembre y diciembre, aumenta la presencia de los poderosos y majestuosos machos con sus grandes cornamentas.

Es impresionante poder observar cuando luchan con otros ejemplares, el sonido de los violentos combates y el choque de las cornamentas se escuchan en distintos lugares del Valle del Río Mundo. Después, sólo los más fuertes persiguen a las hembras entre las montañas. Este espectáculo que nos brinda la naturaleza ofrece unas imágenes impactantes, de naturaleza virgen y salvaje, en todo su esplendor.

2.- Los contrastes de color.

El otoño es la estación de los contrastes. Por un lado, nos encontramos los chopos o los árboles frutales en las riberas de los ríos cristalinos que empiezan a tomar un color ocre junto con el verde de los pinares que esta época del año intensifican su color con las primeras lluvias, después del calor del verano. También contribuyen a esa puesta en escena y nos esperan Los frutos del otoño: el rojo de las granadas, el amarillo y ocre de los membrillos o los caquis…  Todo esto bajo un cielo azul, limpio, sin contaminación, salpicado de nubes. Es la época idónea para que los amantes de la fotografía consigan unas instantáneas de gran riqueza y disfruten plenamente inmortalizando estos escenarios únicos.

3.- Ferias con tradición y mucho sabor.

Algunas ferias o jornadas que se celebran en la comarca se consolidan año tras año como un gran atractivo turístico en donde se dan valor a las tradiciones ligadas a los oficios, la agricultura, la ganadería, la gastronomía, los modos de vida de las gentes de la zona.

Destaca la Feria de Tradiciones de Yeste que está declarada como fiestas de Interés Turístico Regional, se celebra siempre el último fin de semana de octubre. Todo el pueblo se convierte en una gran escaparate de tradiciones y oficios casi perdidos.  También destacan las Jornadas Micológicas de Molinicos, la combinación perfecta entre naturaleza y gastronomía, donde los participantes se dan cita el fin de semana siguiente a la festividad de los Santos. Recorren los pinares acompañados de expertos que les ayudan a la identificación de las setas recogidas y posteriormente se degustan entre todos.

Una de las ferias que se está consolidando en el calendario de estos eventos es la Feria de Tradición y Cultura de Nerpio, conocida popularmente como la Feria de la nuez,  un producto  que en estas tierras del sur de la comarca es de una calidad excepcional. Se celebra el último fin de semana de noviembre.

4.- Níscalos y setas: los tesoros por encontrar.

El otoño es la época favorita para los amantes a la micología, esperan durante todo el año poderse lanzar al monte a la “caza” del preciado guiscano o níscalo  (Lactarius deliciosus) que es la variedad más común en la Sierra del Segura. Estos suelen encontrarse entre los pinares, principalmente en los que se encuentran en las umbrías, pues aguantan mejor la humedad de las lluvias del verano y brotan cuando se producen las primeras del otoño. También se suelen encontrar setas de cardo (Pleurutus eryngii); que crecen en los eriales, bordes de caminos y pastizales dónde antes han estado los cardos.Por último, de entre estos tesoros, podemos encontrar  setas de chopo (Agrocybe aegerita). Debemos buscarlas estas en las riberas de los ríos o arroyos, siendo el año siguiente de cortar los chopos cuando se produce la mayor cantidad de ejemplares. Ver recomendaciones para tus salidas al campo.

5.- El crujir de las hojas en tus rutas de senderismo.

Es el otoño la época ideal para que visiten Sierra del Segura los amantes del senderismo, la belleza de sus paisajes bien justifica esta visita, sus sendas, que recorren la comarca entre pinos y ríos, se disfrutan más en esta época del año  con    la temperatura suave propia de esta estación, también aprovechando que las tardes todavía duran más .En Miralmundo, dónde nos preocupamos mucho del bienestar de nuestros clientes, te proponemos y asesoraremos acerca de  las  mejores rutas en Ayna con distintos niveles, tanto para los que queréis iniciaros en el senderismo como para los que ya lo practicáis de forma habitual. Ver rutas

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6.- Vamos a comer!!

Creemos que después de tanta actividad deberíamos disfrutar de la gastronomía que nos ofrece la Sierra del Segura. Encontraremos unos platos en los que destaca  la sencillez en los ingredientes a la vez que su gran sabor y  tradición. Desde siempre, las casas de la Sierra del Segura han sabido adaptar sus platos a los productos que tenían en sus despensa, en su huerta o en su corral, elaborando platos que aun estos días sorprenden a los visitantes.

El atascaburras un puré a base de patata, huevo, bacalao y aceite de oliva que se sirve acompañado de nueces. Este plato, tradicionalmente, se preparaba en los días de frío y lluvia del otoño y del invierno. Las migas de pan: este plato surge para poder aprovechar el pan duro que siempre queda en todas las casas, se sirven acompañados de tocino y uva; olla de aldea,  un guiso consistente a base de hueso de jamón, pata de cerdo, morcilla, habichuelas blancas, caldo y patata; gazpachos manchegos, un suculento plato a base de carne de caza o con pollo de corral que proporcionan un buen caldo al que se le añade una torta de pan cenceño. No podemos olvidarnos de las ricas carnes del cordero segureño o cabrito celtibérico, dos razas autóctonas. Se sirven principalmente a la brasa, aunque también están riquísimos en caldereta, frito con ajos o al horno. Deja que en los establecimientos de la Sierra del Segura te pongan de comer!!

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