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Rinocerontes en la Sierra de Alcaraz

En el ultimo numero de “Sierra Viva” el periódico comarcal de la Sierra del Segura, en la sección de cultura nos sorprendía con un artículo titulado “Rinocerontes en la Sierra de Alcaraz” con este llamativo titulo los autores Alejandro García, Ana García y Ana Belén Marín, nos relatan los últimos estudios realizados sobre la Cueva del Niño en Aýna.

Articulo Sierra Viva

Rinocerontes en la Sierra de Alcaraz

Cuando pensamos en la rica y variada fauna de la Sierra de Alcaraz. A nadie se le ocurre incluir al rinoceronte entre los animales que campan por estas tierras. Y sin embargo, esa imagen pudo no haber sido tan descabellada como nos parece hoy día. Esa es una de las conclusiones que se desprenden del estudio realizado por la Dra. Ana Belén Marín Arroyo, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (Universidad de Cantabria). La Dra. Marín analizó los restos de animales procedentes del yacimiento arqueológico de la Cueva del Niño (Aýna). Como parte de un proyecto de investigación financiado por el Instituto de Estudios Albacetenses “Don Juan Manuel” y coordinado por el Dr. Alejandro García, del Centro MONREPOS de Investigación Arqueológica (Römisch Germanisches Zentralmuseum Mainz, Alemania).

Estos restos fueron recuperados en una excavación arqueológica realizada en 1973 por un equipo de la universidad inglesa de Cambridge. Corresponden en su mayor parte a los huesos de los animales cazados por los Neandertales que habitaron la cueva hace unos 55.000 años. Las principales presas de estos cazadores prehistóricos eran la cabra, el ciervo y el caballo. La mayoría de los restos recuperados pertenecen a estos animales.

Cueva del niño

Pero entre todos esos huesos, hay varios que llaman la atención, ya que no son muy frecuentes en los yacimientos arqueológicos de ésta época (el Paleolítico Medio). Ni tampoco es un animal que uno esperaría encontrar en la Sierra de Alcaraz, en una cueva metida en un barrando junto al río Mundo.

Y sin embargo, ahí están. No parece que los Neandertales de la Cueva del Niño cazaran al rinoceronte de forma habitual, e incluso puede que sólo llevaran algunos de sus restos al yacimiento, pero la presencia de estos huesos en la Cueva del Niño nos dice que, hace 50.000 años, podían encontrarse rinocerontes en la región.

Desgraciadamente no podemos saber con total seguridad de qué tipo de rinoceronte se trataba, ya que los huesos están muy mal conservados. Teniendo en cuenta su antigüedad y la localización geográfica del yacimiento, lo más probable es que se tratase del rinoceronte de las estepas de nariz tabicada (Stephanorhinus hemitoechus). Animal similar al rinoceronte negro actual, con dos cuernos sobre la nariz y un peso que podía superar las tres toneladas. Este enorme mamífero se extinguió al final de la Última Glaciación, hace unos 12.000 años.

Pero la Cueva del Niño nos permite comprobar también la presencia ya en tiempos prehistóricos de otros animales actualmente desaparecidos de estas tierras, pero que aún podían encontrarse en la Sierra de Alcaraz en el siglo XIX, como el oso pardo o el lince.

Descubrimientos bajo tierra

Así pues, se encontraron nueve huesos correspondientes a úrsidos, y aunque no pudo identificarse la especie, lo más probable es que se tratase del oso pardo (Ursus arctos), ya que hasta el momento no se han encontrado restos de oso de las cavernas en la mitad sur de la Península Ibérica.

Otro de los huesos estudiados pertenecía a un ejemplar de lince. Aunque se sabe que los Neandertales también cazaban animales carnívoros, incluidos osos, lo más seguro es que los encontrados en la Cueva del Niño perteneciesen a animales que ocupaban la cavidad en los momentos en que ésta no estaba habitada por los humanos.

El yacimiento arqueológico de la Cueva del Niño nos permite conocer la fauna que habitaba la Sierra de Alcaraz hace 50.000 años, algunos tan típicos de estas tierras como la cabra montesa, y otros mucho más inesperados como el rinoceronte.

Pero ante todo, conocer el pasado de nuestra fauna debe servirnos para reflexionar sobre el futuro de nuestro entorno y nuestro medio ambiente: osos y linces poblaron nuestras sierras durante más de 50.000 años, pero en unos pocos siglos acabamos con ellos. Debemos impedir que otras especies se unan a esta desdichada lista.

Autores: Alejandro García, Ana García y Ana Belén Marín

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